Pastilleros

martes, 11 de diciembre de 2012

Se que nunca se me va a olvidar tu voz, aunque pierda la memoria. (Saber cuando parar)



No sé cuantas cosas se pueden encontrar 
en el ojo izquierdo de una persona, pero sé 
que en tus labios yo pude encontrar 
amor sin fin, y me hizo enloquecer. 

No sé cuantas rosas te habrán regalado ya, 
pero tengo todavía la esperanza de saber 
que de todas esas rosas que te dieron 
ninguna fue de papel. 

Y te condena mi celoso corazón 
cuando le contás tu historia, 
nunca conocio la gloria 
en cuestiones del amor. 

Y sé que nunca se me va a olvidar tu voz 
aunque pierda la memoria, 
con acercarse a la victoria 
se conforma un perdedor. 

Y te tendré que dejar escapar, 
sé que lo voy a lamentar, 
pero te digo, amor, 
hay que saber cuando parar. 

No te pongas triste, corazón, 
que el sol no va a brillar, 
quedate tranquila que va a haber 
tiempo para bailar. 

No sé cuantos ángeles te quieren ayudar 
pero tengo la esperanza que ninguno va a poder 
desnudarte, no de cuerpo sino de alma, 
disfrutar ese placer. 

Y la verdad no sé bien a qué tengo miedo, 
nunca fui mucho de apostar, 
una corazonada me dice 
que es hora de pagar. 

Y lo peor es que estos días ando seco, 
no tengo un peso para dar, 
las lágrimas quiero guardarlas 
para mi juicio final. 

Y cuando tu cigarro se consuma sin parar 
siempre mi voz vas a escuchar, 
y ahí te vas a decir 
que hay que saber cuando parar. 

No te pongas triste, corazón...

No hay comentarios:

Publicar un comentario